Sanlúcar Promoción

Vinos

Sanlúcar y sus vinos

Sanlúcar de Barrameda tiene en su entorno natural, en su clima y en las ancestrales costumbres de su gente, numerosos tesoros para dar a conocer a los que nos visitan. Uno de los más conocidos por todos es su riqueza gastronómica que está ligada de una manera indisoluble a los vinos que se producen en la ciudad. Unos caldos que son perfectos acompañantes de nuestros tradicionales platos, o bien condimento de las recetas.

Sanlúcar de Barrameda se integra históricamente en las Denominaciones de Origen Jerez, Vinagre, Brandy de Jerez y Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, participando de la elaboración y venta de todos los vinos generosos que se crían en esta célebre área enológica. Sin embargo, el vino que la hace famosa es la Manzanilla, producto propio de nuestra ciudad.

En las bodegas sanluqueñas además de la Manzanilla que puede adquirirse como fina, pasada o en rama en sus diferentes variedades, pueden encontrarse también otra variedad de vinos y jereces no menos recomendables como por ejemplo el Amontillado, Oloroso, Palo Cortado, Cream, Pedro Ximénez, Brandy, blanco, blanco espumoso, mosto, y vermut.

Desde 2021, la ciudad cuenta con un nuevo recurso enoturístico: el Centro de Interpretación de la Manzanilla (CIMA) donde se integran cerca de una veintena de bodegas de la ciudad y que, ubicado junto al mercado de abastos, ofrece al visitante la oportunidad de acercarse a conocer su proceso de elaboración y crianza de este singular vino. Además, el CIMA actúa como agente canalizador del turista enológico hacia las distintas bodegas, así como al Museo de la Manzanilla – ubicado en Bodegas Barbadillo – y el Centro de Interpretación del Vino – en Bodegas Delgado Zuleta -, otros de los escenarios donde el oficio de la elaboración del vino se muestra a los visitantes.

La Manzanilla

Alegre, genuina, singular y con Denominación de Origen, así es la Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. Para conseguir este vino hacen falta tierras albarizas, uva palomino, Doñana, el Guadalquivir, vientos de poniente y bodegas centenarias, criaderas y solera. Todo esto, sólo se encuentra en Sanlúcar y nuestros bodegueros lo aprovechan para ofrecer al mundo entero un elixir especial. El trago perfecto para los momentos de diversión, para abrir boca, tapear, comer, cenar o simplemente brindar.

Sólo en las bodegas de Sanlúcar puede producirse la crianza de este exclusivo vino, es una Denominación de Origen en sí misma y es que la combinación de nuestras suaves temperaturas y la elevada humedad de la zona, permite la crianza del denominado velo de flor, una levadura natural que aparece en el proceso de crianza del vino y que le aporta su singularidad y exclusividad.

La Manzanilla es el vino de un pueblo. Sólo en las bodegas de esta localidad gaditana puede elaborarse este vino que es tan célebre y universal y que ha sido protagonista desde coplas o sevillanas.

A lo largo del mes de junio se celebran diferentes actos de promoción y difusión de este excepcional vino, de las propias bodegas donde se cría y de muchos otros elementos culturales asociados a la Manzanilla.

Las bodegas son altas y bien ventiladas, sustentadas por esbeltos pilares que le dan su característica fisonomía. Si hay un vino único en el mundo, ese es el que se produce sólo aquí.

Las botas de roble americano en su mayoría, se disponen en filas o andanas para la crianza del vino mediante el tradicional sistema de soleras y criaderas. Podríamos hablar de un proceso casi mágico donde los 320 días de sol al año y las condiciones excepcionales de humedad propician el mantenimiento natural del velo de flor durante todo el proceso de crianza.

Dependiendo de la prolongación de su crianza, se clasifican en finas y pasadas, estando en auge en los últimos años las conocidas como manzanilla en rama.

La salinidad es uno de los rasgos que definen este vino exclusivo de Sanlúcar de Barrameda junto a su color amarillo pajizo de la fina o el dorado intenso de la pasada.

Siglos de tradición bodeguera, un enclave geográfico determinante con vientos de poniente que aportan la salinidad y humedad que luego define cada bota y, como resultado, un producto que ha conquistado el mercado nacional de vinos, actualmente encabeza las ventas de los vinos del Marco de Jerez a nivel nacional.

El comercio del puerto sanluqueño en la antigüedad propició el auge de sus vinos y la exportación de sus caldos, que aunque entonces eran diferentes, mantenían mercado internacional en…

error: Contenido protegido